Reptiles
 

Sauropsida

Los saurópsidos (Sauropsida) o reptiles (Reptilia, pero véase más abajo "taxonomía") son un clado de vertebrados amniotas al que pertenecen los animales tradicionalmente clasificados como reptiles, y también las aves. Tienen en común la posesión de escamas epidérmicas de queratina. Fueron muy diversos en el Mesozoico, época en la que surgieron los dinosaurios, pterosaurios e ictiosaurios.

Evolución

Orígenes

Los saurópsidos son una de las dos grandes ramas evolutivas de los amniotas (la otra gran rama es la de los sinápsidos, también llamados terópsidos). Se originaron a partir de tetrápodos en el periodo Carbonífero, diversificándose durante los períodos posteriores.

Carbonífero

 

Los saurópsidos aparecieron a principios del Carbonífero Superior. Descendían de reptiliomorfos avanzados, aunque aun no se conoce el ancestro directo de estos animales. Estos reptiliomorfos evolucionaron hasta que originar los primeros amniotas, caracterizados por poner huevos en tierra firme, ya que gracias a sus envolturas podían soportar la falta de agua en el medio. Los primeros amniotas pronto se separaron en dos linajes evolutivos: los sinápsidos (que más tarde originaron a los mamíferos) y los saurópsidos. Ambos grupos se diferencian en el número y disposición de las fenestras o aberturas temporales del cráneo; los sinápsidos tenían una y los saurópsidos dos (diápsidos) o ninguna (anápsidos).

De los primeros saurópsidos sólo se conocen unos pocos géneros: Protothyris, Paleothyris, Cephalerpeton, Hylonomus y Petrolacosaurus. El más avanzado era Petrolacosaurus, debido a que fue uno de los primeros diápsidos, un grupo de saurópsidos caracterizado, como se ha dicho, por tener dos fenestras en el cráneo.

 

Pérmico

Durante el Pérmico, la tierra firme estuvo dominada por los sinápsidos. A principios de este periodo, siete de cada diez animales terrestres eran sinápsidos. En este período destacaron varias especies de anápsidos, como los pareiasaurios (grandes animales acorazados, como Scutosaurus y Pareiasaurus), los mesosaurios o los millerétidos, como Milleretta. Estos saurópsidos no eran diápsidos, sino que pertenecían al grupo menos avanzado de los anápsidos. Entre los diápsidos del Pérmico se encontraban Coelurosauravus, Hovasaurus o Youngina. En el Pérmico apareció un importante grupo de diápsidos, los arcosauromorfos, grupo que incluye a cocodrilos, pterosaurios y dinosaurios. Sin embargo, en el Pérmico no tuvieron un papel relevante.

 

Triásico

La extinción masiva del Pérmico-Triásico, ocurrida a finales del Pérmico, acabó con casi toda la vida en la Tierra. Los pocos supervivientes se diversificaron rápidamente. En tierra, los sinápsidos seguían dominando, pero los arcosaurios tomaron un papel más relevante. Entre los diápsidos aparecieron los coristoderos y los lepidosaurios; este grupo incluye a los escamosos (lagartos) y a los rincocéfalos (tuátara) que aparecieron a mediados del Triásico. Los arcosaurios se diversificaron en varias formas. Entre los arcosaurios primitivos destacaron Tanystropheus, los rincosaurios y los tecodontos, como Euparkeria, ancestros de los arcosaurios avanzados. Entre éstos últimos estaban los primeros cocodrilos (cocodrilotarsianos), de los que había gran variedad en el Triásico, y los los primeros dinosaurios (ornitodiros) que aparecieron a finales del Triásico. En el agua, los reptiles marinos (ictiosaurios y sauropterigios) y las tortugas hicieron su primera aparición. Por último, en el aire, surgieron los pterosaurios, de origen incierto.

 

Jurásico

A finales del Triásico se produjo una extinción masiva que acabó con casi todos los cocodrilotarsianos, todos los arcosaurios primitivos, los placodontos y los notosaurios. En tierra, los dinosaurios dominaban. El Jurásico también se conoce como la edad de oro de los dinosaurios, pues éstos alcanzaron su mayor diversidad y dimensiones, con algunos que superaron los 30 metros de longitud. Ya estaban divididos en casi todos sus subórdenes a finales del Jurásico. Entre los lagartos aparecieron los infraórdenes que viven hoy en día. En el agua, los plesiosaurios alcanzaron grandes dimensiones y empezaban a sustituir a los ictiosaurios, que estaba en declive. Los cocodrilos y tortugas siguieron siendo, en su mayoría, de agua dulce. En el aire, los pterosaurios dominaban, aunque su hegemonía en este medio no prevalecería mucho tiempo. A finales del Jurásico aparecieron la aves, el único grupo superviviente de dinosaurios en la actualidad.

 

Cretácico

En el Cretácico, los dinosaurios siguieron con su hegemonía. Aparecieron nuevas formas que sustituían a las anteriores. Los lagartos evolucionaron hasta dar origen a las serpientes y anfisbenios. En el mar, pocos ictiosaurios sobrevivían, y los plesiosaurios estaban en declive. Para sustituirlos aparecieron la tortugas marinas y los mosasaurios, un grupo de lagartos marinos gigantes. Algunas aves se adaptaron a un modo de vida acuático. En el aire aparecieron gigantescos pterosaurios, pero al no estar capacitados para competir con las aves, declinaron rápidamente. Las aves desarrollaron nuevas técnicas de vuelo y se diversificaron al tener menos competidores en el aire. Al final del Cretácico, una extinción masiva acabó con los dinosaurios no avianos, los pterosaurios, los plesiosaurios, los mosasaurios y las aves primitivas.

 

Cenozoico

En el Cenozoico, tras la extinción de los dinosaurios, fueron los mamíferos y las aves los dominadores la Tierra; los saurópsidos no tuvieron tanto éxito y quedaron relegados a un segundo plano. Quien más evolucionó fue el grupo de las serpientes, aunque lagartos, cocodrilos y tortugas también lo hicieron. Los tuátaras, los últimos rincocéfalos, no se diversificaron mucho. La aves, en cambio, tuvieron éxito, tanto que hoy en día llegan casi a las 10.000 especies

Taxonomía

Durante años se usó el término reptiles (Reptilia) para clasificar a la mayor parte de los miembros del grupo. El concepto clásico de reptiles incluía tres grandes linajes:

Pero según la sistemática cladística, los reptiles, en sentido clásico, son un taxón parafilético porque no incluye a sus descendientes las aves (incluidas en Diapsida) y los Mamíferos (incluidos en Synapsida). Por tanto, según este punto de vista, no es válido. Además, según la cladística, Synapsida no pertenece a los reptiles, que por tanto quedan limitados a Anapsida y Diapsida; para evitar confusión, se suele utilizar el nombre Sauropsida, con el siguiente sentido:

Por tanto, Reptilia y Sauropsida no son sinónimos, ya que incluyen grupos diferentes; a veces se utiliza el término Reptilia en sentido estricto (Anapsida+Diapsida) y en este caso ambos nombres sí son sinónimos; no obstante, esto último no es aconsejable ya que puede inducir confusiones.


 
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